jueves, 28 de noviembre de 2013

Análisis - Yume Nikki

Internet está lleno de rarezas. Esto no es una novedad para nadie, pues es bien conocida la cantidad de juegos indie que puedes encontrar en cualquier parte de la red. Éste, en concreto, es un juego creado en un asequible programa de creación al estilo RPG. De todos los juegos que tratan acerca del mundo de los sueños, vamos a hablar del más misterioso de todos: Yume Nikki.



¿Qué se puede decir de este extraño título?

El mundo de los sueños es un tema que no todo el mundo se atreve a abarcar cuando se trata de videojuegos. Por tanto, podemos considerar a Kikiyama, creador de Yume Nikki, innovador en ese sentido. Este juego, nacido gracias al uso del programa RPG Maker 2003, nos pone en la piel de una chica solitaria y callada conocida como Madotsuki (palabra japonesa que significa "ventana"). Iniciamos la partida en un apartamento del que no podremos salir; la única manera de ir más allá de la monotonía de una diminuta habitación es dormir y sumergirnos en el universo onírico de Madotsuki. Ésa es la clave de la aventura.

Madotsuki vive sola y se niega a salir al exterior. Llévala a la 
cama, cuenta hasta tres... y explora su retorcido subconsciente.


Una vez entres en el mundo de los sueños, la puerta principal te conducirá al Nexo. Desde ahí, muchas puertas quedarán expuestas para que elijas por dónde seguir. Puedes investigar los mundos a los que conducen todo lo que quieras, pero es muy fácil perderse. 

Cada mundo contiene una temática distinta: uno tiene ojos y brazos saliendo de un suelo inexistente, otro es un agradable paisaje de nieve, otro es un oscuro bosque... Y otros sólo pueden definirse como lo enigmático que se halla únicamente en un sueño. A su vez, esos mundos conducen a otros más o menos extraños y siniestros. En estos escenarios, no cuenta sólo el cómo acceder a ellos, sino los personajes y objetos que encontrarás por el camino. 

Las diferentes puertas del Nexo te conducirán a mundos como el 
de los ojos, los neones, la nieve, las velas, los bloques, etcétera.


Aunque no lo creáis, Madotsuki es el único personaje del juego que tiene nombre. Durante el transcurso del juego, no se ofrece ni una conversación con palabras, apenas leeremos textos. Por este motivo, la comunidad de fans de Yume Nikki ha bautizado a todos los personajes en relación con su apariencia o el mundo en el que se encuentra cada uno. Todo este misterio y falta de información ha dado carta blanca a los jugadores para plantear teorías acerca del pasado de Madotsuki: por qué está recluida, qué la llevó a encerrarse, qué tuvieron que ver los personajes de sus sueños con ella... Así, aunque su historia es inexistente, lo salva el hecho de que tú interpretas los actos, causas y efectos como quieres.

Este ente oscuro es conocido por los fans como Uboa. Es un 
poco complicado localizarlo, pero... ¡Te dará un buen susto!


Otra de las claves para superar Yume Nikki es encontrar Efectos: esencias oníricas que Madotsuki puede coleccionar para alterar su apariencia y obtener poderes de forma indefinida. ¿Alguna vez te has imaginado en un sueño volando, utilizando un arma o con una vestimenta estrafalaria? Los Efectos te permiten montar en bicicleta para ir más rápido (al más puro estilo Pokémon), usar un cuchillo para matar criaturas y tomar su dinero, adoptar la apariencia de chica-gata para atraer a los habitantes del mundo de los sueños hacia ti, teñir tu pelo de rubio, convertirte en un demonio, abrir un paraguas que invoca la lluvia... Hay veinticuatro efectos para conseguir; la mayoría no sirven para nada, pero son imprescindibles para desbloquear el final del juego.

Si está nevando, puedes utilizar el Efecto Gorro y Bufanda para
convertir a Madotsuki en un simpático muñeco de nieve adornado.


¿Qué opinión merece Yume Nikki?

Aunque parezca un videojuego indie demasiado sencillo y sin finalidad, Yume Nikki nos ha traído un nuevo concepto de los juegos estrechamente ligado a los sueños. No es un título con una trama predefinida, sino que podemos desarrollarla nosotros mismos a partir de lo que experimentamos. A pesar de los pocos recursos que se pueden obtener de un programa como RPG Maker 2003 (un programa eficiente, pero no profesional), Kikiyama ha logrado sacar el máximo jugo para dar origen a lo que se considera un nuevo género de videojuego.


Gráficos: Pese a emplear gráficas en dos dimensiones, consigue crear una ambientación onírica sorprendente. Además, hay que tener en cuenta que el juego fue hecho por una sola persona.

Sonido: Las pistas de música son extremadamente cortas y se acaba notando el momento del looping; no obstante, ayuda a sumergirnos de lleno en el sueño de Madotsuki gracias a los abstractos sonidos.

Jugabilidad: ¡Es muy sencillo! Te mueves como en cualquier juego RPG en 2D y tienes muchísima libertad para ir allá donde quieras. Los sueños no tienen límite.

Duración: Superar el juego, consiguiendo todos los Efectos y descubriendo todos los eventos, puede llevar un tiempo excesivo si no se emplea ninguna guía. Es importante no hacer uso de la lógica.


Lo mejor
· Increíblemente cercano al mundo de los sueños humano.
· Ambientación sorprendente que parece casi imposible de lograr.
· Larguísima duración y muchos eventos con los que interactuar.

Lo peor
· Es demasiado fácil perderse; puede causar frustración.
· La mayoría de Efectos son completamente inútiles.
· El juego quedó en la versión 0.10; tal vez, daba para mucho más.

NOTA
7'5/10

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